Casa F Raigal
Ejecución de obra: Estudio Arquitectos Carlos Candia - Marcelo Kopca
Roldan 2006
su posición en el terreno y su arraigamiento se producen en torno a una apariencia singular, antimimetica que cumple con cierta alineación en tanto registra a través de su casi panóptica visión todas las direcciones posibles , de un terreno basto y plano innegablemente está asentada en un pedazo de Pampa.
Pareciera puesta al revés, es una casa de frente ciego, perforado si se quiere. Los espacios de servicio en alguna medida le dan intimidad a la vida de la casa que se abre hacia adentro del terreno.
El ingreso no se percibe en primera instancia, se busca como una experiencia, ingresando por el ángulo más agudo de los dos volúmenes.
Es una casa de dos plantas: dormitorios arriba y doble altura, componiendo una planta quebrada en forma de gancho doble generando ángulos distintos, muy agudos algunos, siempre libres en sus movimientos.
Se ha buscado el contraste de luz en los quiebres de los diferentes ángulos, con sombras más claras y más oscuras, según la hora del día y su colocación respecto al diagrama del cuadrante solar horizontal de 35º. Se han podido constatar diagonales de sombra en algunas caras que desarticulan la idea de caja hacia una idea de forma irregular informe.
Toda idea de sistema se corresponde a un pensamiento lógico. Los bloques de cemento en su repetición y sistema constructivo admiten ausencias que devienen en agujeros que son ventanas; algunas se abren, otras son fijas, todas de hierro y de vidrio de colores y otras son solo bloques retrasados.
De madera multilaminada, la escalera es puro sistema: 5 espigas de tres tiras de 1.5cm encoladas evocando la madera terciada y 4 vacíos. El plano correspondiente a la huella le otorga estabilidad al movimiento lateral, ya que las espigas aguantan por si cargas muy superiores a las normales de una escalera. A partir de las separaciones entre las espigas y del apilamiento se consigue una sensación de inestabilidad solo aparente.
Esta idea de trabajar entre lo sistemático, la retícula, lo lógico y lo caótico, no como tal sino como otro orden: uno más libre, menos formal y más amorfo; es algo que me está siendo cada vez más afín, hoy por hoy, obra tras obra.
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su posición en el terreno y su arraigamiento se producen en torno a una apariencia singular, antimimetica que cumple con cierta alineación en tanto registra a través de su casi panóptica visión todas las direcciones posibles , de un terreno basto y plano innegablemente está asentada en un pedazo de Pampa.
Pareciera puesta al revés, es una casa de frente ciego, perforado si se quiere. Los espacios de servicio en alguna medida le dan intimidad a la vida de la casa que se abre hacia adentro del terreno.
El ingreso no se percibe en primera instancia, se busca como una experiencia, ingresando por el ángulo más agudo de los dos volúmenes.
Es una casa de dos plantas: dormitorios arriba y doble altura, componiendo una planta quebrada en forma de gancho doble generando ángulos distintos, muy agudos algunos, siempre libres en sus movimientos.
Se ha buscado el contraste de luz en los quiebres de los diferentes ángulos, con sombras más claras y más oscuras, según la hora del día y su colocación respecto al diagrama del cuadrante solar horizontal de 35º. Se han podido constatar diagonales de sombra en algunas caras que desarticulan la idea de caja hacia una idea de forma irregular informe.
Toda idea de sistema se corresponde a un pensamiento lógico. Los bloques de cemento en su repetición y sistema constructivo admiten ausencias que devienen en agujeros que son ventanas; algunas se abren, otras son fijas, todas de hierro y de vidrio de colores y otras son solo bloques retrasados.
De madera multilaminada, la escalera es puro sistema: 5 espigas de tres tiras de 1.5cm encoladas evocando la madera terciada y 4 vacíos. El plano correspondiente a la huella le otorga estabilidad al movimiento lateral, ya que las espigas aguantan por si cargas muy superiores a las normales de una escalera. A partir de las separaciones entre las espigas y del apilamiento se consigue una sensación de inestabilidad solo aparente.
Esta idea de trabajar entre lo sistemático, la retícula, lo lógico y lo caótico, no como tal sino como otro orden: uno más libre, menos formal y más amorfo; es algo que me está siendo cada vez más afín, hoy por hoy, obra tras obra.
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